Es más sobre la calidad del movimiento que ir acumulando incesantemente posturas y más posturas. Sentir cada músculo, sentir el cuerpo que tiembla en el intento, escuchar el ritmo de tu respiración en ese pequeño instante, e ir soltando toda tensión... Estar allí.

Concéntrate en lo que sabes y profundiza de arriba a abajo, de un lado a otro. Cada día tus pensamientos cambian y tu cuerpo consecuentemente también. Cada día tienes la oportunidad de mirarte en la misma postura pero desde un ángulo mental diferente. Porque no eres la misma persona que ayer, aunque te cueste creerlo.

No es bueno, ni malo, simplemente Es. Te toca experimentar ese momento presente tal y cómo es, sin ajustes, ni parches, ni filtros, ni retoques. Ahí está el aprendizaje.

Agradecida por todo lo que descubro cada día a través de la practica de Ashtanga, y las maravillosas personas que encuentro en el camino.

Con mucha ilusión me preparo para el encuentro de Sharathji con la comunidad de Ashtanginis en Madrid, a partir del 4 septiembre 2018. 5 días de pura pasión y libertad. Namasté!

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