El yoga supone para mí una experiencia diaria de libertad, de autoconocimiento, y de consciencia sobre mi cuerpo, mis emociones, mis pensamientos y mi entorno...

Cuando estoy en la esterilla es sentirme en casa, es ser quién soy en mi estado puro.

El yoga me eligió, calmó mi mente y me dio enfoque y concentración; ayudando a centrar mis energías, esfuerzos y determinación en algo significativo para mi y los que me rodean.

Mi enfoque diario en la práctica me está enseñando a mirarme con otros ojos, al igual que a los demás, a respetar todo lo que sucede. Cada día confío más en que las cosas es revelarán si sigo practicando con determinación y desde la aceptación de cada paso, y cada respiración.

Agradecida por todo lo logrado hasta ahora y las personas maravillosas que la vida ha puesto en mi camino para seguir confiando y darle más luz a este camino. El descubrimiento continua a un ritmo suave y constante. Namaste!

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